¿Qué es?
La toxina botulínica, conocida comercialmente como Botox, es una neurotoxina que se utiliza en pequeñas dosis para relajar los músculos faciales, reduciendo la apariencia de arrugas y líneas de expresión. Es un tratamiento estético no quirúrgico muy popular para rejuvenecer el rostro y lograr una apariencia más fresca y descansada.
Tiempo de recuperación y procedimiento
La aplicación de la toxina botulínica es un procedimiento rápido y sencillo que se realiza en consultorio. La duración varía entre 15 y 30 minutos.
La recuperación es prácticamente inmediata. Se recomienda evitar masajear la zona tratada y realizar ejercicio intenso durante las primeras 24 horas. Los resultados comienzan a ser visibles a los pocos días y alcanzan su máximo efecto en 1 o 2 semanas.
Cuidados
Evitar masajear la zona tratada: Para prevenir la migración del producto.
No realizar ejercicio intenso: Durante las primeras 24 horas.
No acostarse: Durante las primeras 4 horas después del tratamiento.
Evitar la exposición solar directa: Y utilizar protector solar en la zona tratada.
No tomar medicamentos anticoagulantes: Antes de la aplicación, consultar con el especialista en caso de estar tomándolos.
Factores de riesgo
Aunque la toxina botulínica es un tratamiento seguro, existen algunos riesgos potenciales:
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Hematomas o inflamación en el sitio de la inyección
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Dolor de cabeza
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Caída temporal del párpado (ptosis)
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Asimetría facial
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Reacciones alérgicas (raras)