¿Qué es?
El lifting facial, o ritidectomía, es un procedimiento quirúrgico estético diseñado para corregir los signos visibles del envejecimiento en el rostro y cuello. Busca tensar la piel flácida, eliminar el exceso de grasa y reposicionar los tejidos subyacentes, logrando un aspecto más joven y revitalizado.
Tiempo de recuperación y cirugía
La cirugía de lifting facial se realiza en un quirófano, bajo anestesia general o local con sedación. La duración varía entre 2 y 5 horas, dependiendo de la extensión del procedimiento.
La recuperación inicial toma alrededor de 2 a 3 semanas. Se recomienda reposo relativo, el uso de vendajes compresivos y evitar esfuerzos intensos. La inflamación y los moretones disminuirán gradualmente, y los resultados finales serán visibles después de varios meses.
Cuidados
Vendajes compresivos: Uso continuo durante el tiempo indicado por el cirujano.
Drenaje linfático: Masajes suaves para reducir la inflamación y favorecer la eliminación de líquidos.
Reposo y actividad física: Evitar esfuerzos intensos durante las primeras semanas y retomar gradualmente la actividad física.
Cuidado de las incisiones: Seguir las instrucciones del cirujano para la limpieza y curación, y utilizar productos para minimizar la cicatriz.
Protección solar: Evitar la exposición solar directa y utilizar protector solar de alto factor en la zona tratada.
Medicamentos: Tomar los medicamentos que el médico indique en caso de dolor o inflamación.
Factores de riesgo
Como toda cirugía, el lifting facial conlleva riesgos, aunque son poco frecuentes:
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Infección
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Sangrado
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Cicatrización queloide
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Asimetría facial
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Lesión de nervios faciales
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Cambios en la sensibilidad de la piel
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Reacciones adversas a la anestesia